Hemos visitado un par de veces el restaurante Diverxo de Madrid y nos parece una experiencia estupenda, la cocina de David Muñoz nos ha enganchado, tanto, que he intentado hacer en casa, a mi manera y salvando las distancias, uno de los aperitivos marca de la casa, las judías edamame con salsa de ají amarillo, fusión del aperitivo típico japonés con la salsa peruana, os cuento como nos ha salido.
El edamame es la palabra japonesa para la judía o alubia de la soja, y en China y Japón es muy habitual comerlas como aperitivo, simplemente hervidas o al vapor, picando de un cuenco como si fueran pipas, se pueden conseguir congeladas y muy baratas en cualquier tienda de alimentación oriental.
Respecto al ají amarillo es una especie de guindilla amarilla originaria de Perú, picante como un demonio y muy presente en su gastronomía. Paso a describiros como hemos preparado nosotros el aperitivo.
Ingredientes (para 4 personas)
- Un paquete de 500gr de edamame o soja verde
- Dos cucharadas de pasta de ají amarillo (en tiendas de alimentación peruana)
- Un brick de nata líquida
- Aceite de oliva virgen (si es 100% arbequina mejor)
- Sal Maldon
- Sésamo tostado
Elaboración
Si compramos la pasta de ají amarillo ya hecha se tarda en preparar el aperitivo unos 5 minutos:
Ponemos a hervir un litro de agua con abundante sal. Cuando comienza a hervir, añadimos las edamame sin descongelar y cuando vuelve a alcanzar la ebullición las mantenemos 3 minutos cociendo. Si vemos que alguna vaina se comienza a abrir las sacamos inmediatamente, puesto que ya están hechas. Las escurrimos y las ponemos en un cuenco.
Las añadimos la sal Maldon y las semillas de sésamo tostadas por encima, cuando aun no se han secado del todo, para que dichos ingredientes se queden pegados a las vainas.
Para la salsa mezclamos en una taza dos cucharadas de pasta de ají amarillo, cuatro de nata líquida, cuatro de aceite de oliva y dos pellizcos de sal. Lo removemos bien con un tenedor o unas varillas hasta que mezcle bien y emulsione la salsa.
Acabado y presentación
Servimos de aperitivo al centro de la mesa el cuenco con las judías con otro cuenco pequeño con la salsa.
La idea es comerlas como si fueran pipas, mojando cada vaina en la salsa y sacando las alubias directamente con la boca, son un auténtico vicio con un sabor muy particular. Supongo que la receta de Diverxo será algo más sofisticada, pero creedme que así están casi, casi, igual de buenas.
¡Probadlas y decidnos que os parecen!